Las páginas web sobre los delitos contra la libertad sexual en menores recogidas en este sitio forman parte de los proyectos de investigación dirigidos por Antonio L. Manzanero en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (España).
Grupo UCM de investigación en Psicología del Testimonio (ref. 971672).


Prohibido abrazarse: la obsesión por el abuso sexual

La obsesión por los abusos sexuales está llegando a niveles extremadamente alarmantes. Cada vez nos encontramos con más casos de escuelas que prohíben a sus alumnos cualquier tipo de contacto físico (abrazarse, darse la mano o "chocar los cinco").
En febrero nos sorprendíamos con la noticia de que en un colegio de California se sancionaba a los alumnos si se abrazaban durante más de dos segundos (http://www.kpho.com/news/15456156/detail.html). Los antecedentes pudimos observarlos en Illinois (USA) en 2007, cuando una niña de 13 años fue sancionada por su colegio después de que abrazara a dos amigos (http://www.msnbc.msn.com/id/21661718/), y en una escuela de Adelaida (Australia) en 2009, donde prohibieron los abrazos durante el recreo.
Ahora, es un colegio británico el que emprende la misma cruzada (http://noticias.latam.msn.com/pe/insolito/articulo_periodismo.aspx?cp-documentid=28928960).


Las autoridades de la Quest Academy de Croydon, South London, impusieron la medida con la que, según ellos mismos, se evitarán peleas y manoseos entre los jóvenes.
Por culpa de la nueva política del establecimiento, Dana Chong, de 15 años, fue sancionada por abrazar amistosamente a una compañera. Su madre, indignada, declaró que la medida es "ridícula y extrema". "Si los chicos no pueden abrazarse en la escuela nunca aprenderán a interactuar socialmente. Muchas veces uno necesita que un amigo lo reconforte", prosiguió la madre. "Un abrazo siempre hace bien. Y esta prohibición es algo nunca visto", concluyó.
Entre los alumnos perjudicados por la polémica medida se encuentra la pequeña Dayna, de sólo diez años, que fue castigada y se quedó sin recreo por saludar con un abrazo a su mejor amiga, y Sarah Hope, una quinceañera que fue sancionada por chocar los cinco con una compañera de clase.

Por su parte, la portavoz de la escuela defendió la medida: "el contacto físico entre los alumnos no estará más permitido porque puede llevar a malos entendidos, acosos, mala conducta y peleas".


Confundir prevención con alarmismo no puede más que llevarnos a la situación opuesta a la que se busca y que no puede ser otra que disminuir las agresiones sexuales. En este sentido, este tipo de actitudes y el tratamiento que los medios de comunicación hacen de las agresiones sexuales tienen como consecuencia un incremento de las falsas denuncias de agresión sexual, que ocultan las agresiones reales (ver la página sobre
Posibles causas de las falsas agresiones sexuales a menores). La prevención del abuso sexual (enlace) debería ir hacia otro tipo de acciones entre las que está una correcta educación sexual, sin exageraciones, ni alarmismos, ni actitudes radicales de hiperprotección. Como vimos en la página sobre prevalencia de los abusos sexuales, este tipo de agresiones son una excepción si consideramos la normalidad de las interacciones entre pares, o familiares. Pensar que todo el mundo (incluso los menores) es un potencial agresor sexual se trata de un claro error.