La prevención de los abusos sexuales en la infancia debería ser el objetivo prioritario y contemplar las siguientes acciones:
- Fomento de una sexualidad en libertad: para lo que será necesaria una buena educación sexual desde la infancia, informando sin tabúes ni complejos en una sexualidad libre y sana, que permita a los menores detectar las relaciones sexuales forzadas y dañinas, y distinguirlas de las consentidas y placenteras, huyendo de los modelos que algunos medios transmiten donde las relaciones sexuales son una obligación, una moda, y donde se establecen roles de fuerza y sumisión.
- Entrenamiento en habilidades sociales: para que los niños tengan las habilidades de asertividad y empatía suficientes que les permitan decir No, criticar, defender sus propios derechos, y comunicar los abusos y situaciones de riesgo a los adultos que pueden ayudarles.
- Redes de apoyo para la prevención y escuelas de padres (no específicamente sobre el abuso sexual), que faciliten la comunicación entre niños y adultos, generando un ambiente familiar y social de confianza donde el menor no encuentre obstáculos para la denuncia del abuso.
- Equipos de detección temprana compuestos por psicólogos con formación específica en psicología jurídica (y más concretamente en abuso sexual infantil) que trabajen en colaboración con los órganos judiciales y policiales.
Además, para ser efectiva, la prevención debería no generar alarma en la sociedad. En contra de lo que desde algunas instituciones se nos ha hecho creer en estos últimos años, los abusos sexuales son una excepción en las relaciones entre adultos y niños. Desde esta perspectiva, el niño y su entorno deben ser capaces de detectar esas situaciones anormales de riesgo y abuso.
Por último, la prevención del abuso sexual debe incluir a los agresores. En este sentido se han establecido diferentes programas de tratamiento a agresores sexuales, que deben seguir desarrollándose hasta alcanzar niveles de éxito óptimos en la evitación de reincidencias. Así mismo, será necesario seguir investigando las razones últimas que llevan a los agresores a este tipo de comportamientos, más allá de tópicos y estereotipos.